Ubicado en el pintoresco barrio de San Telmo, Shami Shawarma ofrece sus servicios a todos aquellos que gusten de una comida de origen árabe. Desde Shawarma -como bien indica su nombre- hasta Fatay; comidas calientes, frías, e incluso dulces.
Si bien la variedad de comidas complica la elección, mi decisión estaba hecha antes de llegar al lugar. No podía irme de ahí sin probar aquello que llevan en su nombre. Al mirar la cartelera me encontré con un ‘combo’ a conveniencia: un Shawarma de ternera, pollo o Falafel, unas papas McCain y una gaseosa en lata por $220.
La atención en caja fue muy buena. Un hombre de unos 30 años aproximados me tomó el pedido y me informó que lamentablemente no contaban con pollo ni Falafel. Algo extraño pensando en la cantidad de personas que asistirían al local a comer eso. Pero por suerte sí había de ternera, la que pensaba elegir. El cajero me cobró y me dio lugar para que me sentara, ya que ellos me llevarían el pedido a la mesa.
El restaurante estaba muy bien iluminado, gracias a unos ventanales que dejaban entrar buena luz, y ambientado, con gran cantidad de mesas bien distribuidas, plantas, espejos y asientos coloridos.
Pasados unos 10 minutos, aproximadamente, de mi pedido, el mismo hombre que me atendió en la caja, me trajo la comida. Me la entregó y me advirtió sobre dos salsas que acompañaban la comida en unos recipientes. Una era de una mayonesa dulce y la otra como una salsita con gusto a cebolla, la cual no era de mi agrado.
El Shawarma superó mis expectativas, tenía abundante carne y estuvo muy rico, lo mismo con las papas, las cuales eran más ricas que las que nos ofrecen otros lugares de comida rápida. Por eso puedo afirmar que el precio corresponde al servicio. Muy bueno.
Comentários