En el barrio de San Telmo, lo que sobra es historia. Y con ello, sus lugares históricos, donde Manolo no se queda atrás. Este restaurante lleva muchos años ubicado en la calle Bolívar y Cochabamba, donde recibe, día a día, a cientos de personas, entre residentes y turistas.
Para no ser menos, decidimos ir a probar su comida. Al entrar observamos la gran cantidad de decoraciones en relación al fútbol que colgaban de las paredes. Muchas camisetas, banderines, cuadros, pelotas y trofeos llenos de historia adornaban el lugar.
A la hora de ordenar, las opciones eran variadas. Yo me decidí por una milanesa rellena y un agua con gas. El mozo, de muy buena onda, me acercó pan recién salido del horno y una deliciosa salsa para alivianar la espera.
Al llegar, acompañada de unas papas fritas, la comida largó un olorcito que te daba ganas de empezar ya a comer. Y el gusto no fue distinto al olor. Muy rico. La salsa blanca que bañaba la milanesa estaba 10 puntos, así como también su relleno de mozzarella y jamón.
La experiencia estuvo muy buena, y recomendable. No se pierdan de conocer este histórico restaurante porteño.
Comments